CERVEZA

VIENDO: Nada
ESCUCHANDO: Rac1

Con este título tan original y poco evidente, hoy os hablaré del pan de oro utilizado en el S.XIX. JAjajaja, qué gracioso que soy!!!!!
Paridas (palabra de los 80 como diría Taisan) aparte, hoy quiero invitaros a una cerveza. Las hay de todo tipo: melocotón, fresa, fuertes, suaves, negra, de especias, al estilo escocés, ales, de las que se toman frías, calientes, del tiempo, rubias, mezclas, etcétera.
Por suerte he podido probar muy buenos vinos, perdón, muy caros que no es lo mismo, cavas, champagnes, whiskys y alguna que otra cosilla más de esas que cuando las pides el camarero te entrega en un platito una cucharilla de postre para que te saques el ojo izquierdo para pagar. Pues lo siento, o no, los especialistas dirán que soy un capullo pero dónde se ponga un birra fresquita...
Me gustan casi todas, de las más normales, o de barrio como yo las llamo, a las más exclusivas o extrañas.
Clasificación según un T.O.C.

-Barrio: Estrella, Mahou, Cruzcampo, Peroni...
-De moda: Coronitas, Moritz, Heineken
-Para "listos": Carlsberg, Heineken, Budweiser, Foster
-Importación: Chimay, Leffe, Le fruit Defendu, Satan,
-Exclusivas: Samuel Smith, las que se hacen en los bares de los países del este, abadías, Quimet
-Extrañas: Kaffir, Dark Lord, Leipziger Gose, Hair of The Dog Dave

De todas las categorías me gustan casi todas, de las exclusivas y extrañas hay que no las he probado, pero yo me quedo, salvo alguna excepción, con las de barrio.
Pocas veces he disfrutado tanto como con una Cruzcampo de barril, bien fría, acompañando una ración de jamón de Trevélez en una tasca de Granada. O en Madrid con las cañas y tubos de Mahou que uno de los camareros, y vaya camareros!!, de la taberna "Los Gatos" me iba poniendo para mojar los pinchos, tapas y raciones de casi todo lo que había en el bar. Como dato personal diré que fue y ha sido la primera y única vez que he dicho basta a la comida y a la bebida. También una Sagres con un arrocito en Portugal es digno de mención.Una estrella galicia con su pulpito en la feria de Palas, Melide o Monterroso; o a base de cortos en la calle de los vinos de Lugo. En Roma con una Peroni y unas porciones de pizza de fiore de zucca. Y como no, una Estrella con un buen bocata de jamón con pan con tomate.
No hay nada como esos tres o cuatro segundos antes de beberse una cerveza bien fría, en verano, cuando cae ese lorenzo que funde las piedras. El color amarillo oro, su dedito de espuma, el tacto fresco del vaso en los dedos y el olor que te llega mientras te la acercas a los labios. La frescura que invade tu boca y, si es nueva, esa sensación en la garganta como si rascara un poquito, es única.
Ahora os dejo que me voy a tomar una birra.

Ciao, ciao, ciao