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Pues lo dicho, finalmente, ni Ohio ni los Hoosiers llegaron a la final que disputaron los Cardinals de Louisville (favoritos al principio de la temporada) contra los Wolverines de Michigan. Ni tan siquiera un equipo de Logan's armados con adamantium (vale, chiste malo, muy malo) pudieron con los chicos del mítico Rick Pitino y es que el ex de los Knicks y los Celtics...
El equipo liderado de nuevo por Luke Hancock, que dio un recital con 5 de 5 en triples y 22 puntos + 3 asistencias y le valió para llevarse el MVP, se hizo con el título después de 37 años. Silva y sobretodo, el alero, Behanan con 15 puntos y 13 rebotes dieron la victoria a los Cardinals. Veremos que nos deparan estos tres chavales en la NBA.
El Georgia Dome de Atlanta, transformado en pista de bsloncesto, fue el
escenario de este vibrante partido, en el que los campeones tuvieron que
remontar 12 puntos de desventaja, y que disfrutaron más de 80000
personas, cosa que no se ve aquí ni en muchos partidos del Barça.
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