DEPORTISTAS MÍTICOS: BABE RUTH (10)

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Kate Schanberger-Ruth y Herman Ruth Sr. eran sus padres, taberneros y poco adecuados como progenitores. Tuvieron 8 hijos y sólo dos sobrevivieron a la niñez. Cuando sólo contaba con 7 años lo llevaron a un orfanato y lo visitaron poco, muy poco. George Herman Ruth tenía un gran problema con la autoridad, cosa que le llevó a pasar una infancia compleja, padres aparte.

El padre Mathias lo fue guiando a través de la vida y lo encauzó en el camino del baseball. El chico de Baltimore nacido en 1895 destacó primero como un brillante lanzador, cosa que hizo que el propietario de los Orioles lo contratara. Los compañeros dijeron que era el nuevo Babe de Jack Dunn, apodo que le quedó para los anales.

Babe Ruth tiene y ha tenido innumerables records, pero uno de ellos, del que es protagonista involuntario es más que curioso: A los cinco meses de estar jugando, los poderosos Calcetines rojos de Boston se hicieron con sus servicios, y es entonces cuando empezó, verdaderamente, su leyenda. En 1916 al llegar a las series mundiales permitió una carrera en el primer inning y ni una sola más en los 14 siguientes. Dos años después aumentó la hazaña consiguiendo otorgar 0 carreras hasta el 8 inning del cuarto partido, consiguiendo 29 2/3 innings sin permitir anotar a sus rivales. Este record duró la friolera de 43 años. Pero, y a esto me refería anteriormente, el nuevo propietario, Harry Frazee, decidió traspasar a Babe, a los Yankees, en la que está considerada la peor transacción deportiva de las historia del deporte.

Gran aficionado a la comida, la bebida y la fiesta, cosa, que le proporcionaba esa figura de "sirena", no le impidió convertirse en el que para muchos ha sido el mejor de la historia del deporte del bate. Ya en New York, en 1920 estableció el record de home runs en una temporada con la friolera de 54. A raíz del juego del "pequeño" Ruth se tuvo que construir un nuevo estadio, estadio que vio el aumento varias veces, del
record de home runs del Bebé.

714 cuadrangulares fueron los números totales en 1935, record que duró 39 años hasta que, otro mito, Hank Aaron lo sobrepasó.

El Bambino, fue derrotado por un cáncer de garganta que lo atrapó en el 46 y que, dos años después, en agosto de 1948 le arrebató la vida. El hombre de la imagen más repetida en las películas de baseball, esa en la que el bateador señala a la grada por donde va a lanzar el home run, vivió poco pero dejó un enorme recuerdo para las amantes del baseball y el deporte en general.