EL XULETÓ. SEGUNDA PARTE

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Hace unos cuantos días volvimos a ir al comer al restaurante del que os hablé el otro día. "El Xuletó". De nuevo un trato fantástico, educación, limpieza, simpatía y atención. El maitre no tiene problemas en perder 10 minutos charlando con los clientes para conocerlos mejor y poder ofrecer un servicio más personalizado.
Esta vez probamos los embutidos catalanes, que estaban muy buenos, el bacalao que estaba en el punto perfecto de cocción, y no blando y baboso como lo suelen servir en casi todos lados. Mi padre probó el entrecot y estas fueron sus palabras: "muy gustoso, un buen corte hecho en el punto perfecto" no era muy grande unos 400 gramos ;-). También comimos unos mejillones, bueno los comieron mis padres, yo sólo suqué esos maravillosos panecillos, tres para ser exactos, recien hechos y que están tan deliciosos, en la salsa de los moluscos anaranjados. Pequeños pero muy, muy sabrosos según mi madre.
Mi plato fuerte fue EL CHULETÓN DE KILO, y que pensé que sería más contundente, pero veo que aún estoy en forma y me lo comí sin problemas. Al igual que la otra vez me cambiaron la piedra las veces que hizo falta y, al igual que la otra vez, la carne era fantástica, los prótidos bien tostados por fuera y la carne bien sangrienta por dentro, como debe de ser.
El postre, obviamente, las cremas catalanas, estuvimos tentados de probar el yogurt con frutas o alguna tarta, pero fue imposible renunciar a la delicia de la crema. De nuevo un excelente para la comida y la gente que lleva "EL XULETÓ"

Recordad que está en la calle Sicilia, entre Córcega y Rosellón.