ESCUCHANDO:
Ayer estuve de barbacoa, en una masía abandonada pero con permiso del dueño, con tres colegas. Los tres son gente de andamio, un tanto extraños, pero con ciertos tics típicos de la profesión. Conste que no lo digo de forma ofensiva, todo lo contrario, lo digo con cariño puesto que yo también he sido "gente de andamio." Uno de esos tics es esa curiosa forma de hablar que tienen, piropos más o menos desagradables, acento indeterminado, guerras de a ver quién mea más lejos y sobre todo esas frases únicas que sólo ellos conocen y propagan por la sociedad de forma implacable. Frases que hacen reír al más serio, frases ingeniosas, símiles imposibles o metáforas dignas de un poeta.
En un entorno precioso lleno de estrellas que no vemos los u
rbanitas y rodeados de árboles y montañas, y rodeando una hoguera con Montserrat vigilándonos desde la oscuridad de la noche, llegamos en nuestras divagaciones a una conversación sobre drogas algo extraña, hablando de un conocido suyo, uno de ellos dijo la siguiente frase: "... y fue a estucarse la picota" ¡Joder! cada vez que me acuerdo me entra la risa, de hecho me estoy partiendo ahora.Ciao, ciao, ciao.
2 comentarios:
;)
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