ESCUCHANDO: J.J. Cale & Eric Clapton “The road to Escondido”
Extraño es que tratándose de mi blog todavía no haya hablado de deportes, os estaba dando cuartelillo. Lo que quiero comentar es lo suficientemente importante como para que os agobie dos minutos. The world series of major league baseball.
Ya sé que os la suda bastante, pero tener en cuenta que se trata de uno de los acontecimientos del año, deportivos y no deportivos. Las series mundiales con más de 100 años de historia son una de las competiciones más antiguas y que ha logrado incrementar su status con el paso de los años, cosa que no podemos decir por ejemplo, del fútbol o el baloncesto. Las world series son emitidas en multitud de países y seguidas por millones de espectadores, esta vez también en España, que disfrutan de unos equipos que ni les van ni les vienen, algo tiene que tener. Me gustaría saber cuántos merengues o culés ven un Murcia Vs. Levante.
Personalmente creo que la clave está en que en este deporte se valora igual una gran juagada de tu equipo del alma que una del rival. En el baseball se tiene más en cuenta la hazaña personal o en equipo que los resultados. El mundo beisbolístico se mide a base de estadísticas, tienen estadísticas absolutamente para todo. Por ejemplo, porcentajes sobre si ha un pitcher le van mejor los bateadores zurdos o diestros, de noche o de día, laborable o festivo lluvia o seco, iniciando o no, en casa o fuera, vestidos de claro u oscuro, según el estadio, el muro (¡hay paredes que tienen mote!), el catcher, por número de entradas, bolas, strikes, saves… etc. Así podría seguir un buen rato más, pero no quiero pasarme.
A estas alturas los rocosos “rockies” de Colorado han alcanzado las series mundiales, por primera vez en su historia, aplastando 4-0 a los chicos de Arizona. Los Red sox de Boston han ganado a los Indians de Cleveland después de remontar un 3-1 de forma espectacular. Gracias a un novato Dustin Pedroia que ha hecho el partido de su vida y va a dar mucho que hablar en el futuro. No hay que olvidarse del pitcher Josh Becket que en sus dos partidos rozó la perfección, especialmente en el segundo que desconcentró a los bateadores de Cleveland a base de strike outs inverosímiles. Y así, los medias rojas consiguen meterse en la final menos igualada, en mi opinión, de los últimos años.
Por hoy lo dejo aquí, pero según lleguen las series el 24 de este mes os iré pasando la crónica.
2 comentarios:
El caso es que me ha interesado el post. Increíble pero cierto. Ahora tengo ganas de saber más.
Un beso tete!!
Jajajjaja. Ahora si que lo he visto todo, ya puedo morir tranquilo. Pues nada el próximo post será más específico. Un beso.
Publicar un comentario