VIENDO: Nada
ESCUCHANDO: Rac 1
Hoy todo el mundo hablará de las fiestas de San Juan, de sus hogueras en la playa, de sus cocas de fruta, o crema, o lo que sea y de sus sardinas asadas con cachelos. Algunos otros le pondrán acento latinoamericano a las batatas o boniatos y como no, al juane peruano. Se hablará de castillos de fuegos artificiales con o sin música y de las nuevas bolitas que hacen humo de colores para los peques. Se hablará de todo eso y mucho más, se hablará incluso de que hay que tener cuidado con los petardos y el alcohol, con las hogueras, los empachos, las broncas en la calle y mucho, mucho, mucho más. Y me parece cojonudo, que quede claro, que después me llaman intolerante. Pero lo que me gustaría es que por una vez se dieran los otros datos, esos datos de los que nadie hablará. Nadie dirá que en estas fiestas se torturan animales, se hacen corridas de toros en honor a no se qué, o en muchos pueblos de Valencia se hacen guerras de petardos, que unos a otros se lanzan de un extremo a otro de la calle, con resultados catastróficos cada año. No se dice que hay infinidad de niños amputados por la ENORME ESTUPIDEZ de sus mal llamados padres que año tras año repiten las mismas fiestas cafres en honor a la tradición y alguna gilipollez más. Y sí ya sé que esto pasa en otras muchas fiestas, pero hoy no estamos hablando de ellas, hoy hablamos de la fiesta más seguida por la gente, más que la de fin de año. Así que si esta noche te vas de juerga ten cuidado, pórtate como un ser humano y no como un animal de bellota. Si tienes hijos y vas a tirar petardos, extrema las precauciones por favor, los niños es lo único inocente que queda en este asqueroso mundo. Estoy seguro que no quieres ser el responsable de que tu niño/a crezca con uno o dos dedos menos, tal vez incluso con una mano o un pie de menos, tal vez incluso ciego.
ues así que después de luchar un rato al final pasaron. Tiempo después volvieron a la carga, pero esta vez dijeron que eran patatas rebozadas. Cómo nos las comíamos, nuestros padres tuvieron que repartirlas para que no nos hiciesen daño.
